Decidí realizarme el tratamiento de Kleresca después de una temporada de bastantes brotes.
Busqué información y visité varios dermatólogos. Sentía que ninguno me acababa de entender. ¿Os ha pasado también con esta afección? Obviamente pedir varios diagnósticos me dio más problemas que ventajas. ¿A quién creía más? Decidí que no quería tomarme antibióticos y personalmente creo que fue error. Hay momentos en la vida en los que sí hacen falta, y aunque tomar medicación no es lo más divertido del mundo, jugar con la piel del rostro, y en consecuencia, con mi autoestima y salud mental mientras buscaba soluciones no fue una buena opción.
Con esto os quiero decir que escuchéis a vuestros dermatólogos, podéis pedir una segunda opinión pero no os volváis locos buscando opciones, porque hay muchas y siempre se debe empezar por algo. Vi que los resultados que ofrecían del Kleresca y la Rosácea me interesaban.
No me aseguraban que la afección desapareciera pero si un rostro mal calmado a la larga con menos rojeces y granitos.
Decidí hacerme Kleresca por que era un tratamiento que no necesitaba nada más que ir al centro una vez por semana y ya está. Es decir, no tenía que quedarme en casa con la cara roja durante una semana. Era tan fácil como realizarse el tratamiento e irse a hacer vida normal, como indican en la información del tratamiento.
Kleresca es un tratamiento con luz fluorescente, una terapia biofotónica. En realidad es un tratamiento bastante nuevo. Trata desde el rubor y enrojecimiento facial hasta los granos del acné-rosácea. Se puede realizar durante todo el año, incluso en verano.
Llegaba al centro donde me realizaba el tratamiento, me desmaquillaban, me ponían un gel en la piel y encendían una lámpara durante unos 10 minutos.
A continuación me retiraban el gel y ya estaba lista para irme.
Cuando encendían la luz me molestaba bastante, para mí no era nada agradable pero la verdad que los 10 minutos pasan bastante rápido.
Tengo que decir que yo decidí hacerme las sesiones al finalizar mi trabajo por la tarde. Hice 1 sesión a la semana durante 4 semanas, un total de 4 sesiones. Hice bien, porque aunque te informan que puedes hacer vida normal y ponerte maquillaje después de cada sesión, a mi personalmente me quedaba la cara bastante roja. A las horas me bajaba pero no era para irme de cena con las amigas ni para ponerme a hacer deporte, por ejemplo.
Mis resultados fueron relativamente buenos, es decir, noté mucho que la inflamación me había bajado, pero algunos granos se resistían. Vi resultados más a largo plazo. Al mes o así. Los resultados pueden durar alrededor de un año.
No hay una cura específica para la rosácea, si no más bien un abordaje multifactorial. Cuando añadí el ácido azelaico en mi rutina, mi piel hizo un cambio asombroso, ¡para bien! Y yo feliz.
Ahora, si me preguntáis si recomiendo el tratamiento de Kleresca o si me lo volvería a hacer la respuesta es sí. De hecho, iré haciéndome una sesión de vez en cuando para mantener.
No es un tratamiento barato, pero en mi opinión vale la pena.
¿Os habéis realizado el Kleresca para tratar la Rosácea? ¿Creéis que el Kleresa y la Rosácea son buenos aliados?¡Contadme!
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