Te levantas por la mañana, vas al baño, te miras al espejo y pum, allí está. Brote de rosácea. A tod@s nos ha pasado. Pero hay solución. Hoy os quiero hablar de qué hacer ante un brote de rosácea que muchas veces nos desespera cuando aparece, pequeños tips que creo os pueden ayudar bastante.
1.Volver a lo básico.
En rosácea muchas veces menos es más. Por eso, es importante tener una rutina muy minimalista. Cuando no se tiene brote también es importante usar cuántos menos productos mejor, pero en brote, es imperativo.
La fórmula mágica es: limpiador + hidratante + crema solar.
Si usas tónico, mil sérums y más cosas, mejor déjalos para más adelante, cuando la piel se haya calmado.
2. Identificar a los culpables
¿Ha sido el sol, algunos cosméticos, estamos más estresados de lo normal o ha sido algo que hemos comido? Encontrar el desencadenante de la rosácea puede ser complicado pero encontrarlo marcará un antes y un después en nuestro manejo de la rosácea. Muchas veces podemos ver qué es lo que nos ha causado el brote. Es una buena forma de prevenir futuros brotes.
Pero por otra parte, hay otras veces que nos es imposible saber porqué nos ha venido el brote. La rosácea puede ser muy impredecible y no pasa nada.
3. Algunos productos que nos pueden ayudar
Hay ciertos productos que pueden ayudarnos a acabar con el brote antes, o si más no, a calmarnos las molestias asociadas con la rosácea: cómo hinchazón de la piel, el dolor, el ardor y el calor. Mis favoritos y mis aliados en éstos momentos son 4:
- Ácido azelaico (cómo el ácido azelaico the ordinary o el ACMED. Son productos que suelo usar en mi rutina diaria, pero cuando no tengo brote los uso 2-3 veces por semana. Si tengo brote, lo uso cada día.)
- Matricium. Por su poder regenerante y equilibrante. Una ampolla al día cuando las cosas se ponen mal.
- Agua termal. Para calmar, descongestionar, hidratar…
- Cicaplast. Antes de ir a dormir puede ser un buen aliado para proteger la piel y te levantas con la piel más sana. Ésa seria la palabra.
No hace falta usar los 4 ¡ni mucho menos! Tampoco los uso todos en cada brote, pero me interesa tenerlos cerca por si acaso.
4. Acudir a un dermátolog@
Si pasan los días y los síntomas no mejoran, es importante acudir a un/una dermatólog@ que nos ayude a sobrellevar el brote, con alguna medicación o crema tópica, en definitiva, algún tratamiento. La rosácea, aunque sea una enfermedad «superficial» en el sentido que afecta a la piel, puede ser muy complicada de sobrellevar en algunas personas.
Además, es una afección que puede dejar cicatrices emocionales muy difíciles de curar en ciertas personas, ya que la piel es nuestra carta de presentación y nos hace identificarnos con nosotros mismos. Es una cosa más seria de la que parece. No nos avergoncemos del hecho que una cosa así nos moleste, no es para nada un problema tonto ni menos importante que otros.
Éstas son mis pequeñas aportaciones para sobrellevar mejor la aparición de un brote,
¿Cuáles son vuestros trucos cuando os aparece un brote de rosácea? Me encantaría saberlos!
Para más tips e info puedes seguirme en mi cuenta de Instagram: @mi.rosacea
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